El consultor independiente tiene que afrontar diferentes riesgos durante su desempeño.

El principal riesgo es el financiero. Dentro del financiero está que no le paguen a uno en las fechas convenidas.
Hay que ser muy cauteloso con las condiciones de cobro. Si son desde emisión de factura o sobre aceptación de factura.
Se tiene que intentar cobrar cuanto antes, pero si la empresa nos exige estar sujetos a factoring, hay que consultar los intereses a cobrar y la comisión de descuento del banco.

Otro punto crítico son los gastos. Hay que dejar bien claro desde el principio si están cubiertos y por qué cuantía. Si vamos por dietas no hay problema,
pero siempre hay que conocer si los tickets de aparcamiento, kilometraje...están cubiertos.

Otro riesgo es que el cliente quiera llevar a juicio a la consultora y el free-lance se encuentre en medio. Hay compañías inglesas que cubren este tipo de contingencias que en España no son muy habituales.

Un último riesgo financiero es que la consultora antes de tu marcha, te haga firmar un papel que implique que si el cliente lo solicita tienes que volver a realizar unas jornadas sin poderlas facturar. Hay otro tipo de riesgo que es el de prestigio y reputación. Si un proyecto va mal porque está mal gestionado, lo lógico es que nos salpique aunque en nuestra área no haya sustanciales problemas.

Un proyecto maldito es un estigma para todos los que han participado en él con mayor o menor fortuna. De ahí que ACISAP siempre colabore con sus asociados cuando un proyecto en el que esté involucrado algún socio comienza a torcerse.

En algunas ocasiones el consultor se ve abocado a hacerse responsable de un módulo desconocido para él. Todo una trayectoria profesional se puede ver comprometida si el diseño y parametrización no son los adecuados. ¿Merece la pena? Afortunadamente en ACISAP hay consultores de todos los módulos para poderles consultar

Información elaborada por Enrique Bravo